Blue Belle es la tercera novela en la saga de Burke, el personaje principal y alter ego de Andrew Vachss. Al igual que sus predecesores, Flood (1985) y Strega (1987), Blue Belle (1988) es un libro crudo y violento, lo cual no es de sorprender en una novela hard boiled, pero hay varias cosas que separan los libros de Andrew Vachss de cualquier otra novela hard boiled.
Comenzando con el protagonista. Burke no es un detective. Es el sobreviviente a una infancia plagada de abusos, a una adolescencia cursada en las escuelas de gladiadores. Alguien que a pesar de considerarse a sí mismo un ladrón es mejor conocido en los bajos fondos de Nueva York por su intolerancia hacia los depredadores sexuales que se especializan en menores de edad. Burke no opera solo. Su «familia», siempre dispuesta a apoyarlo incondicionalmente, está formada por otros personajes de dudosa moral, como él. Mamá, una matrona china de edad indeterminada que regentea un restaurante. Max, un mortífero karateka mudo. Michelle, una prostituta travesti. El profeta, un estafador, medio poeta, medio loco, que recorre las calles en un carrito para inválidos, y el Topo, experto en tecnología, explosivos y tácticas de guerrilla. Sin olvidar a Pansy, una perra que bien podría ser la cruza entre un mastín napolitano y un tanque de guerra. A propósito, Burke debe su nombre a uno de los infames asesinos, William Burke y William Hare, que proveían de cadáveres frescos a algunos profesores de la Escuela de Medicina de Edimburgo a inicios del siglo XIX.
En Blue Belle, Burke recibe un encargo: eliminar a la camioneta fantasma, una van modificada que recorre los alrededores de Times Square asesinando a jóvenes prostitutas. En el trayecto, y a ritmo de blues, Burke hurgará en las calles y boutiques donde se vende sexo para todos los gustos, incluidos los más retorcidos, y sobre todo conocerá a Belle, una enorme bailarina de voz aniñada y turbio pasado que se prenda irremediablemente de Burke. Se trata de un libro incomodo, por su temática, por la violencia y el sexo sin filtros, por su rampante incorrección política, por los, a veces, grotescos detalles de sus personajes, que rayan la caricatura, pero es también un libro muy entretenido y difícil de soltar. No es una novela morbosa, que se deleite en los detalles del crimen. Es un excelente libro de aventuras para adultos, entendiendo esto como entretenimiento clasificación C, con balazos, tetas, cigarros, alcohol y muchas palabrotas.
Los libros de Andrew Vachss (una docena de novelas, un par de colecciones de cuento, un libro infantil para adultos, y una novela con Batman como personaje ) están escritos con energía y desparpajo, sin pretensiones literarias de ningún tipo. Su dureza los hace difíciles para ser adaptados al cine o a la TV. No incluyen detectives carismáticos ni delincuentes glamourosos. Mickey Spillane y Ross McDonald, los más duros entre los autores hard boiled, son sutiles estilístas en comparación.
En varias entrevistas Andrew Vachss dejó claro que el mundo en el que se movía Burke era real, y que su objetivo era mostrarlo tal cual a los lectores. Decía que la sociedad creaba sus propios monstruos al ser tan permisiva con los abusadores de niños, y que sin un correcto programa social los niños abusados de hoy serían los depredadores del mañana.
Aquí se hace necesario repasar las credenciales de Andrew Vachss (se pronuncia Vax), ese tipo de rostro anguloso, vestido siempre de impecable negro que lleva un parche en el ojo, y ahuyentar las posibilidades de confundirlo con un provocador de ultraderecha. Durante más de 30 años, Andrew Vachss ejerció como abogado especializado en la defensa de niños y adolescentes, fue también investigador de enfermedades de transmisión sexual para el gobierno norteamericano, así como director de una institución de máxima seguridad para jóvenes particularmente violentos, sin olvidar su participación como miembro de los cuerpos de paz que la ONU envió a Biafra a finales de los años sesenta, y su rol de activista para reformar las leyes norteamericanas en materia de abuso infantil.
Andrew Vachss falleció el pasado 27 de diciembre de 2021, a los 79 años de edad. Encontrar sus libros en español no es nada fácil. La legendaria Editorial Martínez Roca publicó Flood con el título «Bajos fondos», y años después Ediciones B publicó Strega y Blue Belle, que con muchísima suerte se pueden encontrar en alguna librería de viejo. Me gustaría pensar que su reciente muerte podría despertar el interés de alguna editorial en español y que podríamos ver alguna edición de la saga completa de Burke, pero lo veo complicado en estos tiempos de autocensura e intolerancia intelectual. Ojalá me equivoque.
