Domingo de summertime, el más reciente libro de cuentos de Itzel Guevara, ganador del premio Bellas Artes de Cuento hispanoamericano 2020, y publicado por Paraíso Perdido, nos muestra a una escritora con un dominio cada vez mayor de sus poderes narrativos. Diez historias breves, intimistas, pobladas por hombre y mujeres que no encajan con su entorno, solitarios en el reconocimiento de su otredad.
Así tenemos a las Lolis, ese par de mujeres que, en silenciosa resignación, han aprendido a compartirlo todo. A Leidy Di, la princesa de su pueblo, astróloga incipiente y florista de altos vuelos. A Victoria, tan parecida a miles de jóvenes señoras bien, presa de la ansiedad y dispuesta a emprender batalla contra lo que sea para defender sus valores.
Si bien el libro no está dividido en secciones, me parece identificar un grupo central de relatos: Domingo de summertime, Lagartos en la nieve -mi favorito-, Los ángeles de Charlie, y Notas de viaje. El hilo conductor de estas historias es un tipo muy específico de soledad: la del extranjero que, lejos de su tierra natal, ve amplificada su condición de otro.
Si bien el primer relato del libro me hizo recordar la novela breve Una de dos, de Daniel Sada, la escritura directa y precisa de Itzel me hizo pensar más en Raymond Carver, no porque el norteamericano sea una influencia, sino por esa capacidad de introducir lo ominoso en sus historias, de crear la sensación de que «algo» va a suceder en cualquier momento, sólo para sorprendernos al llegar al punto final y permitirnos descubrir que ese «algo» ya ha sucedido no sólo en el mundo del relato, sino en nuestro interior.
Más sobre Itzel Guevara
Domingo de summertime
Itzel Guevara
Editorial Paraíso Perdido, 2019, 99 páginas
